Todos dicen querer, pero pocos saben amar

Es muy cierto que una relación amorosa es bonita, dulce, intensa: las emociones y las hormonas están a todo vapor, todo es bueno, no hay problemas, todo se puede solucionar, no hay nada que no se pueda conversar y no hay obstáculos lo suficientemente grandes como para que no se puedan vencer.

El amor sentimental pasa por etapas: la primera de ellas es el romance

Claro, esto es al principio. Por luego, con el paso del tiempo, las situaciones, los problemas, los momentos tensos, así como los momentos buenos ponen un paño frio a las emociones y dan lugar a la objetividad: de pronto ya surgen los contratiempos, las palabras que no gustan, los malos entendidos, las actitudes egoístas y, en algunos casos mas críticos, las palabras hirientes, el silencio, el rechazo y demás “armas” que muchas veces son tristemente usadas en una relación.

Y este es el punto de quiebre: cuando las emociones pasan, estamos en el punto donde el romance se convertirá en amor verdadero o simplemente se disipará en una ilusión, bonita, pero pasajera. El grado de amistad que hayan desarrollado la pareja influirá mucho en este punto porque es el sustento mas grande de una relación. Este es el punto donde muchas personas nunca llegarán. Preferirán hacerse a un lado, evitarse problemas y volver a su comodidad. Muchos hombres es esconderán, no pelearán, preferirán seguir en su mente de “soltero adolescente” y no se arriesgaran a internarse en el corazón de una mujer para descubrirla y amarla. Muchas mujeres se enterrarán en sus miedos, temores y complejos. Nunca abrirán su corazón para permitir que un hombre las conozca y ame.

La falta de comunicacion, el egoismo, el silencio y el orgullo destruyen una relacion

Muchos dicen querer, veo infinidad de parejas en la calle; pero la verdad es que la gran mayoría de esas personas son simplemente un par de egoístas que están juntos mientras tengan que absorber del otro. Cuando se termine lo que les emocione se terminará también el amor. Me pregunto, ¿así es el amor? ¿Puedo “amar” a una persona y de pronto, de la noche a la mañana, dejar de amarla, así por que si? Creo que en esta era de maldad y superficialidad hemos perdido de vista la definición del verdadero amor.

Para entender el amor verdaderamente tenemos que decir simplemente que no podemos conocer el amor sin haber conocido a Dios, porque El es amor (1 Juan 4:8). Es imposible para el ser humano natural, pecador y alejado de Dios poder amar con verdadero amor. La mayoría de los problemas sentimentales, relacionales, de pareja están causados por que quienes conforman la pareja están muertos en sus pecados y son incapaces de amar; o han conocido al Dios de amor, pero aun no han sido perfeccionados en el amor, es decir, no han madurado espiritualmente (1 Juan 4:18). No solucionaremos los problemas matrimoniales con “principios” sacados de la psicología, ni con campañas “de valores”, ni con terapias de grupos. No, la única solución del matrimonio se encuentra cuando cada uno de los cónyuges puede conocer el amor verdadero de Dios y ser transformados por ese amor. Cuando hemos sido salvados y transformados por el amor de Jesucristo, empezaremos a amar a los demás como Dios manda y muchos de los problemas empezaran a resolverse, porque la verdad el problema no es tu cónyuge, novia o enamorada: el problema eres tu mismo. Tu corazón en rebeldía a Dios es el problema. Nos negamos a amar a Dios por sobre todas las cosas y a nuestro prójimo (eso incluye nuestra esposa, novia o enamorada) como a nosotros mismos. Nos amamos a nosotros mismos mucho mas que lo que amamos a Dios o a los demás (Mateo 22:37-39).


Y si aun eres soltero(a), enhorabuena! Aun tienes la oportunidad de ser entrenado en los caminos del Señor para que aprendas a amar con amor bíblico. Si no puedes amar a tus padres, a tus hermanos, a tus amigos con el amor de Dios, te engañas si piensas que aprenderás a amar cuando conozcas al “amor de tu vida”. Solo te comportaras bien un tiempo porque estas enamorado, pero cuando pase esa etapa, tu motivación cambiara y harás daño, porque nunca aprendiste a amar.

Si piensas en ti antes que en la otra persona, si “mides” lo que vas a decir o hacer, si te guardas cosas, si buscas tu comodidad antes que otra cosa entonces no has conocido el verdadero amor. Amar a otra persona es algo muy hermoso: es un bello pero débil reflejo del amor que debemos tener por nuestro Señor y Salvador. Si no le amamos a El primero, JAMAS podremos amar a nadie como corresponde.

Una hermosa historia que grafica perfectamente el verdadero amor: incondiional, sacrificial y duradero

¿Estas listo para amar sin condiciones? ¿Has conocido a Dios y le amas mas que a nada en este mundo?

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta
”                  (1 Corintios 13:4-7)

Jesús dijo: “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros,(A) como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:12-13)

 

Amen!

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